miércoles, 23 de diciembre de 2015

La casa de la copa del helado de menta

Lo sé. Soy una especie de friky enamorada de esta casa. Un amor fiel desde que tengo uso de razón. En realidad no se desde cuando lo tengo, ¿quien sabe eso? La razón la perdemos y nos viene de vuelta tantas veces...que ya considero que es, aparte de ser una capacidad que poseemos los humanos, un boomerang que va y que viene, relacionando nuestros pensamientos hacia un juicio claro...juicio que yo perdí con esta casa...así que dejemos la razón y sus usos a un lado, ya que me lío y esto no arranca. Si, perdí el juicio, y eso es a lo que voy. Pero no hoy, ni ayer. Ni el año pasado.
No siempre viví cerca de la villa. Cuando era pequeña (( tendría algo mas de 5 o 6 años )) residía a unos kilómetros, por lo que eran contadas las veces que yo pasaba cerca de ella. Y cerca relativamente. La veía desde la carretera cuando acompañaba a algún familiar. Me pegaba a la ventanilla del coche, rogando que por favor por la recta de Barcellina, pasasen mas despacio. Lo que mis ojos alcanzaban a ver era una cúpula y enormes palmeras ni mas ni menos. Cabe decir que en esos tiempos para mi no era una cúpula, era una copa de helado de menta...
Pasaron los años y yo seguía con mi amor hacia aquel helado gigante. Era muy pequeña y cualquier cosa que veía la asociaba a la casa, de ahí que relacionase las casas de la pelis de Matilda y la de Casper, con el interior de la villa...era la casa dentro de mi cabeza, un helado de menta, unas palmeras y unos interiores un tanto tétricos y ruinosos. Para mi así era aquel lugar.
Seguía siendo una niña. Pero ya no era la casa del helado, ya tenía mas conocimiento del vocabulario, mayor uso de la palabra y paso a ser "la casa de la cúpula verde".
A partir de mis 8 o 9 años aproximadamente ya pase a verla desde la carretera a observarla desde la casa de una tía abuela que  vive en los alrededores. Recuerdo que me encerraba en el baño por que desde ahí la vista era preciosa. Y como pensaban, que en cada visita a casa de mi tía me caía por la taza del water,  en seguida puse en marcha mi plan B. La terraza. Y desde ahí hubiese frío o calor, lluvia o viento mis ojos se posaban y se perdían en aquella maravilla. Ya veía el muro, mas árboles, y otra cúpula que jamas la había visualizado antes.
Por aquella época no había mucha información, apenas había ordenadores en las casas y mucho menos internet, así que abrasaba literalmente a mi tía con preguntas. A mi tía y a quien cuadrara...
Entonces un día mi prima mayor entró en la casa...y contarmelo le supuso contestar a todas mis preguntas (( que no eran pocas )) acerca de los inquilinos, el interior, si había muebles, etc etc...
Mi prima me había contado que en su pequeña incursión había conocido a una señora que vivía sola allí, (( supongo y confirmo que se trataba de Esther )) que era muy amable y les enseñó toooda la mansión, y que le dejó llevarse unos libros, y como anécdota en uno de ellos había entre sus paginas unas flores secas. Así que gracias a la información de mi prima y las cosas que me había dicho mi tía (( que vivía una señora sola, que no tenía luz, ni agua, que la policía acudía en numerosas ocasiones a acostarla ya que había muchas partes del suelo rotas, que algún vecino le llevaba comida...)) mi imaginación cobraba vida.

Llegó la época de el gran estreno de la película de Titanic...así que esto fue ya el acabose.
La casa y el titanic compartían fechas, 1912, así que ya recreaba los vestuarios, las costumbres y el esplendor de la época victoriana...
En unos de esos días de visita a mi tía, conocí a un señor que era primo lejano de mi abuelo, venía de Argentina a pasar unos días en Asturias. Mantuve una charla con el acerca de la villa, y el mostró mucho entusiasmo, muy decidido recuerdo que me dijo,"venga entramos".
Paseamos por los alrededores, bajamos unas escaleras pequeñas que había donde el muro y entramos por una pequeña puerta que nos llevó a la parte trasera de la casa. (( cabe decir que hoy en día esa entrada esta tapiada )). No entramos por la puerta principal, si mal no recuerdo lo hicimos por una puerta que estaba al lado o en un pequeño baño.
Recuerdo el olor a humedad, a viejo, la sensación increíble de la luminosidad que tenía la casa.
Sólo recorrimos la parte baja, y vi los pianos y el famoso billar.
Por fin ya tenia el interior real de la casa. No era tétrico, ni oscuro, no me daba miedo, sólo respeto.
Los años pasaron, y llegó la edad del pavo. Así que por aquel entonces, muchos amigos y conocidos hicimos alguna incursión mas, eso ya era mas excitante. Huir de la guardia civil, escapar saltando el gran muro, y correr hasta perder el hígado y todos los órganos hasta los montes de Portizuelo. Éramos unos críos. No queríamos destrozar la casa. Ni armar jaleos. No queríamos robar nada. Tan sólo mirar. Así que el miedo a que algún agente me llevase hasta casa algún día, me condujo a olvidarme de entrar. Recuerdo a la señora que siempre llamaba a la policía aunque solo pasearamos por ahí delante.
A pesar de todo esto, nunca jamas me olvide de mi cúpula. JAMÁS.
Pero lo que yo quería era entrar sin miedo a nadie ni a nada y conocer los pisos superiores a los que nunca había podido subir.

Cuando tuve pleno uso de las tecnologías (( ordenador, internet )) di con el blog mas interesante que vi en mi vida, han pasado muchos años, años en los que leo y releo entradas, miro fotos y me encanta hacerlo.
Es el blog de Zanobbi, el jardín de villa excelsior .
Alguna vez comenté alguna entrada bajo algún seudónimo que ya no recuerdo.

Este año pude entrar. No voy a decir ni como ni cuando.
No pude "explorar" a mi gusto, tan sólo sacar un par de fotos mediocres, ya que sólo contaba con el teléfono, y no estaba en mi mente entrar por lo que no lleve la cámara fotográfica.

Me dio mucha lastima comprobar en primera persona el estado lamentable en el que se encuentra, los destrozos que se han hecho, las pintadas que ocupan las paredes, los suelos levantados. Los cristales rotos...pero aun así, en esas condiciones sigo embelesada con la villa.
Creo que llevo unos 21 años así, dando la tabarra a todos mis amig@s, a mis familiares, a mi prima pequeña (( a la que incluso le hice un cuento con la historia de la casa )) y ahora le toca el turno a mi hijo, que pese a tener 4 años, cada vez que paseamos por los alrededores me pregunta cosas y yo encantada se las respondo.
No me enrrollo mas...os dejo como os decía antes, las pocas fotos que he podido hacer. Y un link de un vídeo que subí a youtube hace cuatro años, con una recopilación de fotos que saque principalmente del blog de Zanobbi.








2 comentarios:

  1. He aquí otro friki, tardío, de la maravillosa Villa Excélsior. Enhorabuena por el post y ojalá algún día la mansión recupere su gloria.

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    1. Hola muchísimas gracias. Si te digo la verdad soy de las que quieren que la villa recupere su esplendor...pero por un lado aunque la rehabiliten no creo que puedan dejarla con toda su esencia..no se si me explico es un quiero y no puedo.

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